martes, 11 de febrero de 2014

¿Por qué sigue avanzando la LGTBI-fobia en el mundo?


Por José Olivares Espinoza
Militante PTR-CcC y Pan y Rosas -TF

Durante el último tiempo hemos sido testigos de cómo la moral conservadora se inmiscuye en las leyes de Estado, demostrando el poder de las cúpulas eclesiásticas por sobre este; así sucedió con el proyecto de ley promovido por el parlamento de Uganda, una polémica ley anti-gay, la cual condena a quienes sean sorprendidos de incidir en el "acto homosexual", acusando a todxs quienes no delaten a "homosexuales" a la policía, dicha ley no fue aprobada por el presidente de dicho país, pero teniendo la salvedad de que "si bien los homosexuales no son algo normal, aún así pueden ser rescatados con el crecimiento económico del país". Algo similar sucede en Rusia tras haberse aprobado en junio del año pasado la "Ley contra la propaganda homosexual", la cual es promovida por la iglesia ortodoxa y condena todo acto de promoción de las relaciones no-heterosexuales como un acto de normalidad a menores de edad. Esto quiere decir que cualquier muestra de afecto entre parejas del mismo sexo en lugares públicos o en presencia de un(a) menor de edad será multado e inclusive castigado con penas de cárcel, esta polémica ley ha causado revuelo a nivel internacional producto de las recientes agresiones y persecuciones que han sufrido personas del colectivo LGTBI en el país.
Pasando por alto los avances logrados por la revolución rusa en materia de género y sexualidad -por ejemplo aboliendo la penalización de la homosexualidad- los mismos que fueron aplastados y olvidados por la burocracia stalinista, grupos LGTB-fóbicos se han organizado bajo el amparo de dicha ley y han infundido el miedo en las calles de Rusia, incluso tendiendo emboscadas a jóvenes homosexuales quienes son contactados por internet para concretar citas, las cuales terminan siendo un espacio de tortura física y psicológica. Las agresiones típicas que se comentan -y que son difundidas libremente por internet- cuentan de un "ritual" de "limpieza"  en el cual los jóvenes homosexuales son cubiertos de orina y de "castigo" penetrándoles con objetos contundentes contra su voluntad y propiciándoles golpes... El gobierno de Putin guarda silencio ante esto.
Los distintos colectivos y activistas LGTBI en Rusia, tomando en cuenta la realización de los juegos olímpicos de invierno, han buscado la manera de visibilizar dichas agresiones de forma mediática, irrumpiendo en los lugares donde se lleva a cabo dicha convocatoria, sin embargo, dichas acciones se ven rápidamente intervenidas por la policía y por sectores conservadores de la ciudad.
Algo no muy distinto sucede en Brasil, lugar donde la LGTBI-fobia se ha hecho pesar durante el último tiempo, grupos organizados han concluido sus acciones contra el colectivo LGTBI con agresiones, violaciones e inclusive muertes, en sectores de la ciudad de Sao Pablo se han reconocido grupos populares que propician "linchamientos" como un castigo moral y popular a quienes demuestren su afecto en público... En Chile una avanzada del conservadurismo propiciado por sectores de la derecha y pequeños grupos organizados de corte neonazi buscan cerrar puertas e infundir miedo y odio en la sociedad. Se ve graficado en los últimos dichos de la senadora electa de la UDI, Jaqueline  van Rysselberghe quien claramente deja en evidencia la visión de "anormalidad" de lxs no-heterosexuales, ratificando su posición conservadora frente al tema, marginándonos mientras nos trata de minorías; así la violencia es ejercida por los partidos políticos conservadores de la burguesía, a través de la marginación, dejando en claro que de derechos para lxs no-heterosexuales no se legislará ya que no está dentro de sus intereses. Así también lo vimos con la muerte de Daniel Zamudio y ahora en el último tiempo con la muerte de Esteban Parada, ambos jóvenes homosexuales a quienes dieron muerte por no seguir un "conducto regular de la sexualidad", ambos son casos que han salido a la luz pública, muchos otros esperan en silencio. 
La avanzada del conservadurismo a nivel internacional busca castigar, controlar y extinguir toda forma de sexualidad que se escape a la establecida como "normal" bajo la visión de las iglesia. Una sexualidad que a primeras luces no entregue una re-producción de capital de trabajo -como son vistas las personas, simples números- es condenada por los grandes sectores económicos ya que "atentan" contra el capital, al mismo tiempo que se generan espacios "gayfriendly" donde la sexualidad se transforma en una cuestión de consumo y cosificación, lugares "amistosos" con lxs no-heterosexuales porque se transforman en "aporte" al capital, espacios cerrados que devuelven a la sexualidad al espacio de lo privado manteniendo así un control moral.
Así, la no-heterosexualidad se transforma en una cuestión económica -quién posee el dinero necesario puede generar un espacio de convivencia "pacifica" con lxs opresorxs- y moral, así la discriminación y la opresión se transforman en una cuestión real, vívida y latente en la sociedad.  
Es por esto que es necesaria la organización para dar cara y vencer ese control moral y económico con carácter de clase que nos golpea día a día, a lxs Trans sin tener derecho a trabajar y a todxs lxs no-heterosexuales pobres sin derecho a amar, En Rusia, Uganda, Brasil y Chile (por nombrar algunos países) “la homolesbotransfobia, como forma sistémica de opresión, forma un entramado muy tupido con el resto de formas de opresión, está imbricado con ellas, articulado con ellas de tal modo que, si tiras de un extremo, el nudo se aprieta por el otro, y si aflojas un cabo, tensas otro. Si una mujer es maltratada, ello repercute en la homofobia de la sociedad. Si una marica es apedreada, ello repercute en el racismo de la sociedad. Si un obrero es explotado por su patrón, ello repercute en la misoginia de la sociedad. Si un negro es agredido por unos nazis, ello repercute en la transfobia de la sociedad. Si un niño es bautizado, ello repercute en la lesbofobia de la sociedad”1.



1: Paco Vidarte, "Etica Marica".