Entre aproximadamente las 3:00 y 4:00 am. del 23 de
diciembre en Santiago ocurre una nueva agresión hacia personas de la diversidad
sexual. Este es el caso de Martina Infante, travesti dedicada al comercio
sexual, quien recibió dos balazos en su abdomen y en estos momentos se
encuentra internada en el hospital y en estado de gravedad. Este tipo de
sucesos no es nuevo en nuestro país, históricamente la diversidad sexual es
atacada y perseguida. Inclusive antes del gobierno de la Unidad Popular, donde
Allende, siendo un joven estudiante de medicina presenta una controversial
tesis, donde indica a la homosexualidad como una enfermedad que puede ser
curada mediante la implantación de tejido testicular en la cavidad abdominal.
En la dictadura de Pinochet, es perseguida y masacrada brutalmente, militares
perseguían y torturaban a homosexuales y travestis, arrojandolxs a lugares
oscuros con perros hambrientos quienes despedazaban sus cuerpos, así como
también la violencia ejercida por profesionales de la salud mental e incluso de
la ciencia social, al servicio de la dictadura, quienes ofrecían terapias de
reparación y no dudaban en visibilizar a la homosexualidad como una
enfermedad. Además como es tradición,
las iglesias católica y evangélica hacen llamados en contra de la diversidad
sexual, tachándonos de enfermxs antinaturales, lo que genera y difunde un
desprecio y odio colectivo hacia nosotrxs. Así se muestra un país con raíces y
tradiciones homofóbicas y machistas, las cuales son reforzadas en momentos de
la historia. Arrojando así a la diversidad sexual a la marginación y
precarización, siendo los menos favorecidos travestis, quienes son
discriminadxs por desobedecer la heteronorma y estereotipo de la imagen del
hombre y la mujer, lo que se reproduce en muchos contextos de su vida: en la
familia, trabajo, lugar de estudio, entre otros, teniendo en muchas ocasiones
que optar entre un trabajo precario renunciando a sí mismos o ser quién
realmente siente que es, sin grandes posibilidades laborales, terminando de esa
forma ejerciendo comercio sexual.
Antofagasta no es la excepción, el caso del conocido
“escándalo de calle Huanchaca”, donde homosexuales y travestis que participaban
de una fiesta privada fueron allanadxs por oficiales, detenidxs y violentadxs.
Así también María Ignacia, una transgénero, que a mediados del año 2012
denunció que carabineros de la cuidad le obligaron a subirse a una patrulla y a
realizarles sexo oral y luego, en la comisaría tratada como delincuente y
despojada de sus pertenencias. También durante este año llegó un caso local de
agresión a la SeGeSex de la UCN donde una pareja de compañeras lesbianas
denunciaron que un vecino las agredió ¡solo por el hecho de ser pareja!
Ante esta última agresión sufrida por Martina, el vocero
del MOVILH, Rolando Jiménez habla a grandes rasgos sobre la precarización y
discriminación laboral que sufren lxs travestis, sin cuestionar de manera
profunda esta condición, ni el comercio sexual, sino que incluso proponiendo
mayor vigilancia y “protección” para las personas que ejercen el comercio
sexual, si bien se debe cuidar a la exposición que diariamente son sujetos
transexuales, trangénerxs, travestis, el problema es la no integración
patronal, que son quienes no permiten siquiera el mínimo derecho a trabajo de
las compañeras trans.
De esta forma, MOVILH y organizaciones afines del
movimiento homosexual chileno, cumplen nuevamente el rol de solo aparecer y hablar ante algún acto de
agresión a la diversidad sexual, dejando todo en manos del gobierno de turno y
la justicia chilena: quienes se han encargado de mitificar y segregar a la
diversidad sexual en Chile, los mismos quienes han perseguido y apoyado actos
ofrecidos por las iglesias en contra de la diversidad sexual, al mismo gobierno
y justicia chilena que legisla a favor de los grandes empresarios y la iglesia,
a la misma derecha que marcha junto al desaparecido FON para celebrar “marchas
por la familia”. O bien, para hacerse parte de una nueva “celebración”
del día del orgullo gay, lugar donde se olvidan totalmente de los fines
políticos del movimiento por la diversidad sexual, donde lo carnavalesco causa
una amnesia de las agresiones y marginaciones que sufre la diversidad sexual.
Hoy somos cientos quienes luchamos por los derechos
sexuales, por la revolución social,
somos quienes al calor de la lucha y ante hechos como la agresión y
muerte de Daniel Zamudio nos levantamos para decir ¡basta de machismo y
homofobia!, somos quienes nos revelamos contra los canones y miserias a la que
nos arrojan e imponen la iglesia y la sociedad capitalista conservadora. Es por
esto que extiendo el llamado a mis compañerxs de la Faculltad de Humanidades,
de toda la UCN y universidades locales, colectivos, agrupaciones y distintas
organizaciones de izquierda a repudiar este hecho, y que de igual forma se
hagan parte de la “Coordinadora por la no violencia de género” que impulsamos
compañerxs de la agrupación de mujeres y diversidad sexual Pan y Rosas – Teresa
Flores, de la cual participo de forma particular.
También les hago el llamado a lxs compañerxs de la UCN
Antofagasta, especialmente a lxs de la Facultad de Humanidades, a que
participen además, de la comisión por una Secretaría de Género y Sexualidad,
para que así este 2013 podamos levantarla formalmente, y que sirva como plataforma de acción y
denuncia ante estos hechos, como también para levantar un movimiento que lucha
por los derechos de la diversidad sexual y la mujer de la mano de trabajadorxs
y los sectores oprimidxs de esta sociedad
.
¡UN
LLAMADO A LXS COMPAÑERXS DIVERSIDAD SEXUAL A AGRUPARSE Y MOVILIZARSE POR
NUESTROS DERECHOS!
¡NO MÁS
AGRESIÓN NI SEGREGACIÓN HACIA LA DIVERSIDAD SEXUAL, PARA QUE NO HAYAN MÁS
ZAMUDIOS QUE LLORAR, NI MARTINAS QUE LAMENTAR!
¡NI
VICTIMAS, NI MÁRTIRES: JUSTICIA AHORA!
José Olivares Espinoza
Consejero Facultad Humanidades de la Universidad Católica
del Norte, Antofagasta. Lista RevoluCiónate.
Militante Partido de trabajadores Revolucionarios, Clase
contra Clase (PTR-CcC) y Pan y Rosas – Teresa Flores
No hay comentarios:
Publicar un comentario